REGLAS En las pasadas semanas he estado experimentando con un estilo de origami que me resulta particularmente atractivo.
Ya en entradas anteriores he mencionado que intento que los modelos tengan algunas características especiales:
- Cambios de color automáticos.
- Volumen que ocurra lo más naturalmente posible.
- La mayoría de las líneas del modelo final incluídas en el CP.
- A consecuencia del punto anterior: pocas terminaciones.
- La menor cantidad posible de papel “doblado hacia atrás” para conseguir la forma deseada.
A esta lista de deseos (casi como algo para pedirle a Papá Noel...) le agrego dos criterios del “hiperpurismo”:
- La mayor cantidad posible de ángulos múltiplos de 22.5º o de 15º.
- Dobleces totalmente referenciados.
RAZONES
En principio no existe ninguna razón lógica para darle más valor a un ángulo que a otro o a una forma de cambiar el color sobre el resto.
Saquemos entonces esa molesta lógica del medio. Un posible y muy válido argumento es “porque me gusta así”.
Otro forma de verlo es pensar que un juego de reglas bastante parecido se podría también aplicar a gran parte de los modelos tradicionales. Este estilo entonces puede ser visto como una continuación de los principios del origami tradicional.
La tendencia a mantener estas reglas del doblado, especialmente por el Maestro Hideo Komatsu, ha contrastado con los estilos más osados de otros Maestros que han intentado llevar el papel hasta el límite de varias maneras distintas.
Arrugando o curvando, varios han buscado algo más que dobleces en el Origami.
Saadya Sternberg lo define magistralmente: unos hacen arte usando origami y otros hacen del origami, un arte.
Otra razón entonces podría ser: si lo que hago es origami, intentemos que sea lo más “origami” posible, lo cual por otra parte, implica un manejo de la técnica puramente origamística, mucho mayor.
REVOLUCIONES
Las reglas que menciono, curiosamente, son muy precisamente opuestas al origami del desaparecido Maestro Akira Yoshizawa.
Yoshizawa hacía modelos con muchas terminaciones, dobleces casi nada referenciados, ángulos impredecibles y daba volumen a sus figuras moldeando el papel como arcilla.
Esto es toda una revolución para su época, y dió lugar a técnicas tan arraigadas hoy en día como el doblado en húmedo, así como a algunos métodos más puramente origamísticos como un tipo de división de puntas.
Yoshizawa se alejó de las reglas del origami tradicional y del clásico porque en aquel momento se necesitaba que alguien rompiera el molde y encontrara un camino diferente.
Pero Komatsu hizo también una pequeña revolución al mostrar que se podían utilizar los mismos principios que los origamistas de hace 500 años para hacer modelos completamente actuales. El León de Komatsu es fiel a estos principios y sigue siendo una obra maestra del origami actual, aun comparado con modelos que utilizan las técnicas más modernas de diseño.
RESULTADOS
Al diseñar utilizando estas reglas se suelen encontrar algunas cosas en común en los modelos.
En términos muy generales:
- Son modelos con una apariencia engañosamente simple.
- Están formados por grandes planos de papel.
- Los cambios de color, si los hay, se ven naturales, nada forzados.
- No existe una base como tal, pues la base es, practicamente, el propio modelo.
- Las capas de papel están a menudo abiertas como en acordeón, dobladas individualmente, y no de a manojos.
- Los bordes de papel coinciden unos con otros.
- Resulta posible generar muchas secuencias de doblado diferentes, pues es fácil encontrar varios puntos de referencia para cada doblez.
para RESOLVERLos Spaniels que muestro en la foto son uno de los cuatro modelos hiperpuristas que he diseñado en las últimas semanas.
El ejercicio de llegar a la forma que se quiere, guiándose por las limitaciones impuestas por estas reglas es indescriptiblemente interesante.
Y no es una contradición: guiándose por las limitaciones.
Porque saber qué es lo que NO puedo hacer, en una manera de saber QUE hacer.
Y eso sí que es muy origamístico.