miércoles, abril 05, 2006

SESO, MENTIRAS Y DIAGRAMAS

Diagramar es mucho más complejo de lo que parece. Sabemos que es tedioso, que es una de las cosas que los diseñadores más odian porque insume una enorme cantidad de tiempo y que es muy fácil cometer errores.
Pero eso es solamente la punta de iceberg.
Los modelos no tiene una sola forma de llegar a ellos. Hace poco alguien contaba que existen más de 20 formas ¡de hacer una base de pájaro!
Entonces el primer paso para diagramar es saber qué forma vamos a utilizar para llegar a nuestro modelo. Este es uno de los pasos más importantes (si no EL más importante) del diagramado y hay modelos que valen sólo por sus increíbles secuencias de doblado. Decisiones como "premarcar" o "doblar llegado el momento" o cual doblez hacer antes que otro son clave para un doblado armónico. Las razones para tomar un camino u otro son muy variadas.
La claridad en el diagrama es de primera importancia, por lo tanto a veces se sacrifican buenas secuencias de doblado porque no resultan muy claras o son muy difíciles de dibujar. Desgraciadamente a veces el espacio también es limitante y se deben amontonar varios pasos en un dibujo para aprovechar una página al máximo.
Los diagramas nunca muestran exactamente lo que pasa con el papel.
Observémonos a nosotros mismos mientras doblamos, volteando y rotando el papel todo el tiempo mientras el diagrama muestra un triste cuadrado estático.
Pero es gracias a ese triste y estático cuadrado que podemos mantener las referencias, en primer lugar de dónde es "arriba" y "abajo".
Pensemos como colocamos el papel para un maniobra tan sencilla como " doblar una esquina hacia el centro" : colocamos la esquina abajo y la doblamos de abajo hacia arriba.
Un diagrama va a mostrar la esquina donde sea que esté en ese momento pues rotar el papel insumiría un paso más, no valdría la pena y confundiría por la cantidad de signos de "rotar" y "dar vuelta" que aparecerían.
Entonces por ejemplo, cuando hay que hacer muchas líneas de premarcado, el diagramador debe planificar de antemano cuales deben ser en monte y cuales en valle, de esa manera tendrá que voltear el papel menos veces.
El problema parece ser uno práctico y que se resuelve poniendo un poco de seso en ello.
Pero por detrás aparece la gran nube negra del diagrama: la cantidad de información que se pierde.
De las 20 formas de doblar una base de pájaro, en el momento que queda diagramada !se van a haber perdido 19!
No tiene demasiada importancia para la base de pájaro (especialmente si hay gente que se dedica a coleccionar y catalogar formas de doblarla) pero para cualquier figura existirá sólo una manera de doblarla: la del diagrama... ¿donde quedaron todas las otras?
En ese sentido la trasmisión oral aporta mucho más pues no será el rígido camino del diagrama el que se ha de tomar sino la enriquecedora senda de la interacción en la que una secuencia de doblado recibe aportes permanentes de cada doblador. Todos hemos escuchado alguna vez "a mi me queda más cómodo doblarlo de esta otra forma"
Pero esa no es la única información que se pierde en un diagrama. Hace poco Saadya Sternberg me argumentaba con mucha razón sobre esto. En el momento que establecemos una referencia clara para un doblez estamos perdiendo todas las demás posiciones para ese doblez que también hubieran "funcionado" para esa figura. Es verdaderamente desolador.
Hace poco terminé de diagramar por segunda vez mi Fox Terrier y tuve que dar puntos exactos de referencia para indicar especialmente el tamaño y posición de la cabeza.
Los Terriers son un grupo de perros bastante parecidos entre sí. Pero los hay más grandes y más pequeños. Antes de establecer la referencia doblé durante años esa figura convirtiéndola alternativamente en un Fox o un Iredale Terrier con tal sólo variar un poco el tamaño de la cabeza. Esa información queda perdida.
No solamante estableciendo referencias se pierde información. Muchas veces es necesario simplificar determinados dobleces. Por ejemplo se puede convertir una curva en una serie de rectas cortas. Esta es una de las maneras más claras en que se "miente" en un diagrama y un claro ejemplo de, como diría Sabina, una mentira piadosa.
A veces es la única forma de diagramar, o mejor dicho, la única forma hasta ahora conocida.
¿Como salimos de este embrollo ahora?¿ Tendremos que dejar de diagramar?
No, en absoluto. Hay una forma, la única posible y además, la mejor. Hay que seguir perdiéndole el respeto a esos diagramas, hay que seguir variando, probando, cambiando y equivocándose.
Hay que curvar si nos dicen que doblemos recto y doblar en monte si nos dicen valle. Pensemos que la mayoría de las veces no estamos ni siquiera haciendo nada nuevo, estamos rescatando todo lo que se perdió en el diagrama.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay mucho que pensar en lo que dices, y es cierto. Pero en la elección del proceso también hay una seña de identidad del creador, porque el creador elige el proceso, como opción personal, igual que decidió crear ese modelo.
Al final, al diagramar, como bien dices, hay que elegir, y los que podemos disfrutar de los diagramas hemos de respetar y agradecer (sobretodo agradecer) la elección del creador a diagramar y compartir su modelo.
Tengo en mente un caso que me hizo pensar mucho en eso. Es el caso del Roosvelt Elk de Robert Lang. Empecé a plegarlo, pensando en que Lang no se había tomado la molestia de hacer unos buenos diagramas, porque había que medir con regla las referencias iniciales. Más tarde, pensé que ese primer pensamiento no es justo. Lang SI se tomó la molestia de diagramar ese modelo, y gracias a su esfuerzo lo pude plegar. Aunque él eligiese que para empezar hubiese que medir con una regla, en vez de tener que hacer treinta premarcados para tomar las referencias, es una elección que hay que respetarle y agradecerle sobretodo el esfuerzo de diagramar.
El otro problema, y menos controlable, es el espacio. A veces es más fácil de plegar una figura de 100 pasos muy detallados que otra de 30 que aglutina muchos pasos en pocos dibujos. Si se puede elegir, es mejor dibujar más pasos, claro.

Pere, amigo de lincesfinge

Román dijo...

Hola Pere

Ese que dices es talvez lo más importante. Que exista verdaderamente una elección por parte del diseñador.
Creo que también eso se puede ver o sentir de alguna manera al doblar un modelo.
Diagramas técnicos o de compromiso, versus diagramas en que el proceso de doblado forma parte del modelo y se nota un toque del autor.

De todas maneras el concepto de pérdida es inevitable, pues podemos suponer y desear que el autor haya elegido "bien", pero si partimos de la base que otro elegiría diferente (pero igualemente "bien" para su gusto personal) se pierden partes, ideas y maniobras que solo el doblador puede luego rescatar en su búsqueda.

Román
Ttambién amigop del lincesfinge y admirador del gran estilo de doblar de Pere.

Ernesto dijo...

vaya una página sui generis. felicidades. estar religiosamente entregado a un hobbie, eso es muy raro en nuestros dias. alguna vez hice una guacamaya siguiendo unas instrucciones de una enciclopedia, "el tesoro de la juventud", eso fue hace muchísimos años y todavía recuerdo como hacer la guacamay, es para mi muy satisfactorio cada vez que hago una.

Anónimo dijo...

Aunque normalmente es el propio creador el que dibuja inicialmente sus propias instrucciones, estas referencias suelen ser muy escuetas y poco claras para el resto de los plegadores; la mayoría de las veces se hacen a título personal y como referencia a la que poder acudir ante un inesperado olvido.
Por el contrario, cuando se pretende dar a conocer a plegar una figura a otras personas hay que esmerarse y seleccionar una figura tipo, estadisticamente hablando, es decir, buscando el equilibrio entre la claridad de las instrucciones, su facilidad para dibujarlo en un espacio limitado y "standarizando" los pliegues y las formas para que conjugen el cáculo técnico y la intuición artística de cada plegado. Rara vez estas instrucciones reflejan la maestría creadora de su ideador, pero al menos se puede llegar a intuir si se acompaña con unas buenas fotos.

Román dijo...

Hola Juan

Es un gran placer leer a un creador de tu trayectoria y categoría en este modesto espacio.

Sí, como bien dices, diagramar para otros es tomar en cuenta todos esos elementos y promediarlos, o mejor dicho optimizarlos, para usar un término matemático-origamístico.
Hay que dar, usando poco más que la intuición, con el punto justo en que todos los elementos están en su máximo, pero sin sacrificar demasiado ninguno de ellos.
Bien sabemos que al optimizar se tironea de un lado para ganar un poco del otro hasta dar con la fórmula de compromiso. Es como la imagen de la colcha demasiado corta para la cama, y a veces el temor es que se enfíen los pies.
Un modelo demasiado promediado puede terminar en "promediocre" sin siquiera darnos cuenta.
un gran abrazo
Román

Román dijo...

Hola Ernesto
Aunque a veces no me acuerdo de ello, "El tesoro de la juventud" una enciclopedia en ...12 tomos(?), si no me equivoco impresa en Mexico, estaba en casa de mi abuela.
El tomo "hora de jugar" (¿era así?) tenía unas páginas dedicadas a figuras de origami, probablemente tradicional. No recuerdo doblar ninguna de ellas ni cuales eran (¡tenía unos 4 o 5 años de edad!) pero claramente recuerdo mirar los dibujos.
¡Ufff, hace realmente mucho tiempo de eso¡

Román