Diagramar es mucho más complejo de lo que parece. Sabemos que es tedioso, que es una de las cosas que los diseñadores más odian porque insume una enorme cantidad de tiempo y que es muy fácil cometer errores.
Pero eso es solamente la punta de iceberg.
Los modelos no tiene una sola forma de llegar a ellos. Hace poco alguien contaba que existen más de 20 formas ¡de hacer una base de pájaro!
Entonces el primer paso para diagramar es saber qué forma vamos a utilizar para llegar a nuestro modelo. Este es uno de los pasos más importantes (si no EL más importante) del diagramado y hay modelos que valen sólo por sus increíbles secuencias de doblado. Decisiones como "premarcar" o "doblar llegado el momento" o cual doblez hacer antes que otro son clave para un doblado armónico. Las razones para tomar un camino u otro son muy variadas.
La claridad en el diagrama es de primera importancia, por lo tanto a veces se sacrifican buenas secuencias de doblado porque no resultan muy claras o son muy difíciles de dibujar. Desgraciadamente a veces el espacio también es limitante y se deben amontonar varios pasos en un dibujo para aprovechar una página al máximo.
Los diagramas nunca muestran exactamente lo que pasa con el papel.
Observémonos a nosotros mismos mientras doblamos, volteando y rotando el papel todo el tiempo mientras el diagrama muestra un triste cuadrado estático.
Pero es gracias a ese triste y estático cuadrado que podemos mantener las referencias, en primer lugar de dónde es "arriba" y "abajo".

Pensemos como colocamos el papel para un maniobra tan sencilla como " doblar una esquina hacia el centro" : colocamos la esquina abajo y la doblamos de abajo hacia arriba.
Un diagrama va a mostrar la esquina donde sea que esté en ese momento pues rotar el papel insumiría un paso más, no valdría la pena y confundiría por la cantidad de signos de "rotar" y "dar vuelta" que aparecerían.
Entonces por ejemplo, cuando hay que hacer muchas líneas de premarcado, el diagramador debe planificar de antemano cuales deben ser en monte y cuales en valle, de esa manera tendrá que voltear el papel menos veces.
El problema parece ser uno práctico y que se resuelve poniendo un poco de seso en ello.
Pero por detrás aparece la gran nube negra del diagrama: la cantidad de información que se pierde.
De las 20 formas de doblar una base de pájaro, en el momento que queda diagramada !se van a haber perdido 19!
No tiene demasiada importancia para la base de pájaro (especialmente si hay gente que se dedica a coleccionar y catalogar formas de doblarla) pero para cualquier figura existirá sólo una manera de doblarla: la del diagrama... ¿donde quedaron todas las otras?
En ese sentido la trasmisión oral aporta mucho más pues no será el rígido camino del diagrama el que se ha de tomar sino la enriquecedora senda de la interacción en la que una secuencia de doblado recibe aportes permanentes de cada doblador. Todos hemos escuchado alguna vez "a mi me queda más cómodo doblarlo de esta otra forma"
Pero esa no es la única información que se pierde en un diagrama. Hace poco Saadya Sternberg me argumentaba con mucha razón sobre esto. En el momento que establecemos una referencia clara para un doblez estamos perdiendo todas las demás posiciones para ese doblez que también hubieran "funcionado" para esa figura. Es verdaderamente desolador.
Hace poco terminé de diagramar por segunda vez mi
Fox Terrier y tuve que dar puntos exactos de referencia para indicar especialmente el tamaño y posición de la cabeza.

Los Terriers son un grupo de perros bastante parecidos entre sí. Pero los hay más grandes y más pequeños. Antes de establecer la referencia doblé durante años esa figura convirtiéndola alternativamente en un
Fox o un
Iredale Terrier con tal sólo variar un poco el tamaño de la cabeza. Esa información queda perdida.
No solamante estableciendo referencias se pierde información. Muchas veces es necesario simplificar determinados dobleces. Por ejemplo se puede convertir una curva en una serie de rectas cortas. Esta es una de las maneras más claras en que se "miente" en un diagrama y un claro ejemplo de, como diría
Sabina, una mentira piadosa.
A veces es la única forma de diagramar, o mejor dicho, la única forma hasta ahora conocida.
¿Como salimos de este embrollo ahora?¿ Tendremos que dejar de diagramar?
No, en absoluto. Hay una forma, la única posible y además, la mejor. Hay que seguir perdiéndole el respeto a esos diagramas, hay que seguir variando, probando, cambiando y equivocándose.
Hay que curvar si nos dicen que doblemos recto y doblar en monte si nos dicen valle. Pensemos que la mayoría de las veces no estamos ni siquiera haciendo nada nuevo, estamos rescatando todo lo que se perdió en el diagrama.