
Todos los días al ir al trabajo me cruzo en el camino con cuatro o cinco Urracas blancas y negras. Aquí les dicen "Magpie" y en realidad a nadie le gustan demasiado.
Están por toda la ciudad en pequeños grupos con un aspecto on poco mafioso o por lo menos de pandilla pendenciera.
Más allá de eso, el animal es precioso.
Digo que es trabajoso este oficio, pues el paso siguiente a ver urracas todos los días es intentar diseñar una de papel, y con cada diseño que termino vuelvo a llegar a la misma conclusión: que difícil que es el origami!

Camino al trabajo al día siguiente, paso por mi dosis diaria de Urraca y observo que la cola es tan larga como todo el resto del cuerpo.
Mi proyecto queda paralizado: esta base no solamente no permite alargar la cola, sino que la hace ancha y pesada.
Dos días después diseño la Urraca básica a partir de otra base completamente diferente. El único punto en común son las proporciones de una base de cometa.

Paso a agregarle dedos en un intento por mejorarla. Un injerto atravesado en la diagonal logra el objetivo luego de algunas pruebas para dar con el largo que quería, pero por alguna razón la Urraca ahora se ve aun peor. Las patas son muy cortas y sigue con aspecto de pájaro en general en vez de Urraca.
Vuelvo a mis fuentes, las Urracas camino al trabajo y creo que ahora lo tengo: lo que le falta a mi urraca es la actitud.
Llego finalmente al modelo teminado cambiando totalmente la pose y con un diseño más cuidadoso de la zona de cambio de color, las alas, la cabeza y el pico.
Ahora sí puedo mirar tranquilo las Urracas camino al trabajo.