miércoles, diciembre 27, 2006

CLÁSICO ORIGÁMICO

Cisnes y pingüinos son probablemente dos de los sujetos más clásicos de todo el origami.
Este mes, luego de casi 10 años de diseñar, hice un pingüino y un cisne, ambos por primera vez.
(Me recuerda a la historia del Maestro Yoshisawa, que afirmaba haber tenido que esperar 20 años para crear una cigarra que le gustara!)
Este cisne es un clásico en varios sentidos.
Para no aburrir repitiendo las mismas cosas una y otra vez, sólo diré que tiene todos los elementos con los que he estado trabajado en este tiempo.
Además por primera vez para mi, este es un modelo que se infla. Y no quiero decir solamente que tiene volumen o que es "3D", sino que como única forma de terminación hay que soplar hacia adentro del cuerpo de tal forma que las capas se separen tomando su forma final de sección triangular.
Lo mismo puede lograrse insertando algún instrumento dentro del modelo para abrirlo y dejarlo 3D, pero claro que no es tan divertido, ni tan clásico.
El otro elemento clásico es la base de pájaro que se ve claramente formando el cuerpo.
¿Ya la vió Usted? Pues bien, la verdad es que el modelo no tiene ninguna base de pájaro en su estructura. Lo que se ve formando el cuerpo es una imitación de la tradicional base, pero formada por partes del papel que ni siquiera son adyacentes.

lunes, diciembre 11, 2006

ORIGAMI

REGLAS
En las pasadas semanas he estado experimentando con un estilo de origami que me resulta particularmente atractivo.
Ya en entradas anteriores he mencionado que intento que los modelos tengan algunas características especiales:
- Cambios de color automáticos.
- Volumen que ocurra lo más naturalmente posible.
- La mayoría de las líneas del modelo final incluídas en el CP.
- A consecuencia del punto anterior: pocas terminaciones.
- La menor cantidad posible de papel “doblado hacia atrás” para conseguir la forma deseada.
A esta lista de deseos (casi como algo para pedirle a Papá Noel...) le agrego dos criterios del “hiperpurismo”:
- La mayor cantidad posible de ángulos múltiplos de 22.5º o de 15º.
- Dobleces totalmente referenciados.

RAZONES
En principio no existe ninguna razón lógica para darle más valor a un ángulo que a otro o a una forma de cambiar el color sobre el resto.
Saquemos entonces esa molesta lógica del medio. Un posible y muy válido argumento es “porque me gusta así”.
Otro forma de verlo es pensar que un juego de reglas bastante parecido se podría también aplicar a gran parte de los modelos tradicionales. Este estilo entonces puede ser visto como una continuación de los principios del origami tradicional.
La tendencia a mantener estas reglas del doblado, especialmente por el Maestro Hideo Komatsu, ha contrastado con los estilos más osados de otros Maestros que han intentado llevar el papel hasta el límite de varias maneras distintas.
Arrugando o curvando, varios han buscado algo más que dobleces en el Origami.
Saadya Sternberg lo define magistralmente: unos hacen arte usando origami y otros hacen del origami, un arte.
Otra razón entonces podría ser: si lo que hago es origami, intentemos que sea lo más “origami” posible, lo cual por otra parte, implica un manejo de la técnica puramente origamística, mucho mayor.

REVOLUCIONES
Las reglas que menciono, curiosamente, son muy precisamente opuestas al origami del desaparecido Maestro Akira Yoshizawa.
Yoshizawa hacía modelos con muchas terminaciones, dobleces casi nada referenciados, ángulos impredecibles y daba volumen a sus figuras moldeando el papel como arcilla.
Esto es toda una revolución para su época, y dió lugar a técnicas tan arraigadas hoy en día como el doblado en húmedo, así como a algunos métodos más puramente origamísticos como un tipo de división de puntas.
Yoshizawa se alejó de las reglas del origami tradicional y del clásico porque en aquel momento se necesitaba que alguien rompiera el molde y encontrara un camino diferente.
Pero Komatsu hizo también una pequeña revolución al mostrar que se podían utilizar los mismos principios que los origamistas de hace 500 años para hacer modelos completamente actuales. El León de Komatsu es fiel a estos principios y sigue siendo una obra maestra del origami actual, aun comparado con modelos que utilizan las técnicas más modernas de diseño.

RESULTADOS
Al diseñar utilizando estas reglas se suelen encontrar algunas cosas en común en los modelos.
En términos muy generales:
- Son modelos con una apariencia engañosamente simple.
- Están formados por grandes planos de papel.
- Los cambios de color, si los hay, se ven naturales, nada forzados.
- No existe una base como tal, pues la base es, practicamente, el propio modelo.
- Las capas de papel están a menudo abiertas como en acordeón, dobladas individualmente, y no de a manojos.
- Los bordes de papel coinciden unos con otros.
- Resulta posible generar muchas secuencias de doblado diferentes, pues es fácil encontrar varios puntos de referencia para cada doblez.

para RESOLVER
Los Spaniels que muestro en la foto son uno de los cuatro modelos hiperpuristas que he diseñado en las últimas semanas.
El ejercicio de llegar a la forma que se quiere, guiándose por las limitaciones impuestas por estas reglas es indescriptiblemente interesante.
Y no es una contradición: guiándose por las limitaciones.
Porque saber qué es lo que NO puedo hacer, en una manera de saber QUE hacer.
Y eso sí que es muy origamístico.

jueves, diciembre 07, 2006

martes, diciembre 05, 2006

¿PINGÜINO AUTOMÁTICO?

A pesar de ser un ave, nada tiene que ver este modelo con los artículos anteriores de este blog sobre diseño de pájaros.
Los pingüinos, así como la mayoría de los buhos de origami, tienen características particulares que los separan de la estructura general de diseño de otras aves.
Para diseñar pingüinos se suele buscar el cambio de color (por supuesto), la posición erguida, y muchas veces, el volumen.
Este pingüino está inspirado, aunque dista del realismo, en los "pingüinos Adelaida".
Desde el punto de vista origamístico es un estudio del "volumen automático".
Ya he mencionado anteriormente cómo cada vez que puedo, intento incluír en los diseños los cambios de color automáticos. Le llamo así a las maniobras que logran otro propósito además de un cambio de color; dobleces que parecen ser hechos con otra intención y resultan en cambios de color que ocurren como por casualidad. (a pesar de todo el ojo de este pingüino NO es automático!)
Con el volumen se puede lograr un efecto similar: dobleces que aparentan estar allí tan sólo para dar forma, pero que una vez hechos dan además volumen al modelo.
Estos dobleces estarán presentes en el CP de la figura y forman parte de la estructura básica del modelo, diferenciándose así de los modelo que adquieren volumen mediante "terminaciones".
Esto implica evitar (nuevamente: dentro de lo posible) las maniobras de terminación al estilo de "redondear", "dar volumen", etc.
El segundo tema de este ave es la disposición de las capas. Las estructuras tridimensionales requieren de algo que las sujete en el lugar, así que la segunda parte de este diseño consistió es encontrar la mejor posición posible de las capas para permitir trancar en papel y evitar que se abriese.
Las modificaciones que hice a partir del modelo prototipo a la versión final que muestro aquí, son totalmente inidentificables en un CP (que no tenga dobleces asigandos) pues son tan sólo diferencias en la posición de las capas de papel.
En parte estas posiciones de las capas van a generar tensiones que mantengan partes del papel cerrado, y en parte serán para permitir el uso de "aletas y bolsillos", verdaderas trancas o cerrojos que mantienen el papel en el lugar.
Esta aproximación no es la única posible en el diseño de origami, o la que he practicado en otros momentos, pero por alguna razón me pareció que un pingüino, con su forma cómica, casi de caricatura, era un sujeto ideal para probar volumen y (casi todos los) cambios de color automáticos.